martes, 30 de septiembre de 2008

Formación


Diferencia entre estimulación y atención temprana.


Estimulación Temprana... Atención Temprana...

Muchas veces usamos estas expresiones como sinónimos, aunque albergan algunas diferencias.La Estimulación Temprana surge en la década del 60, en el Hospital de niños Ricardo Gutierrez, primer lugar en el mundo donde se desarrolla esta disciplina, gracias al trabajo de la Dra. Coriat , pediatra y neuróloga infantil quién sistematizó sus observaciones clínicas en su tesis del doctorado sobre el desarrollo neurológico del lactante, poniendo en marcha este nuevo modo de trabajar con bebés con problemas en el desarrollo temprano. Diez años después esta clínica, se nutre de los aportes de la neuropediatría, pero además de la psicología evolutiva y del psicoanálisis, es decir surge y se construye como una clínica interdisciplinaria. ¿Hacia quiénes estaba dirigida?Hacia los bebés y niños muy pequeños (de 0 a 3 años) portadores de alguna patología orgánica, pero teniendo muy presente que ese bebé o es niñito no es el síndrome o la enfermedad ( no es un Down, ni un “Frágil X”, etc. ) sino que es un niño que presenta o padece dicho síndrome. Esta es la esencia de la Estimulación Temprana (llamada Estimulación Precoz en España) Los pacientes son bebés y niños muy pequeños que presentan enfermedades por causas pre-natales, peri-natales y post-natales, pero fundamentalmente son “personas” que se irán constituyendo como seres, como sujetos que desean, que juegan, que aprenden, que crean, más allá de la marca de su enfermedad. El objetivo de este abordaje clínico es propiciar el surgimiento de este sujeto de deseo.Para esto trabajamos con los “pacientes” y sus papás, sosteniendo sus funciones parentales, al crear espacios donde se habla y se juega. El tiempo de la estimulación temprana (precoz) es el tiempo de la estructuración, del armado subjetivo, de la construcción de las bases de la inteligencia. La Estimulación Temprana y la Atención Temprana coinciden en su clínica, en los sujetos que atienden (bebés y niños pequeños con problemas del desarrollo) y en sus objetivos…¿Porqué entonces esta denominación diferente? Estímulo nos remite a algo que viene de afuera, listo, armado, que el bebé recibe y responde “casi” mecánicamente. Pero no se trata de ejercitar al bebé, de entregar listas de actividades a los papás, para que su pequeño hijo repita como un “robotito”, se trata de “estimular” al bebé propiciando que juegue, que aparezca su deseo.Para hacer más presente esta distinción que no es solo semántica, actualmente en lugar de Estimulación Temprana, llamamos a este hacer Atención Temprana. Atención en el sentido de “tender hacia”, pero también pensando en atención como cuidado, como medio facilitador (Winnicott), como sostén de las funciones parentales.La palabra infancia etimológicamente se refiere a la incapacidad de hablar, es la etapa de la vida en la que el niño juega para contar, expresar, crear. Por esto, jugar es eje de la actividad de la Atención Temprana.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Observacion

OBSERVACION DE UN NIÑO DE 6 MESES QUE TRANSITA POR EL 3º ESTADIO
DE ACUERDO A LA TEORIA PSICOGENETICA DE PIAGET.

Las manifestaciones y conductas observadas en un niño nos permiten pautar las siguientes conclusiones en relación a su desarrollo:
La atención se centra en explorar el objeto y en el placer que le provocan con el ejercicio y la manipulación.
Realizando esquemas primarios .
La maniobra de tracción permite observar la fuerza y disposición para buscar la posición de sentado.
Con respecto a lo comunicación se observó una fuerte intencionalidad porque se muestra enojado y molesto al enseñársele el chupete y no se lo dan en ese momento.
El llanto se observa con marcada intención pues cuando se le ofrece la comodidad o lo que desea interrumpe el mismo y se vuelve al estado de calma.
Patalea expresando su molestia hasta que le lo dan y se tranquiliza y deja de patalear.
El niño logra accionar con los elementos de su entorno

DIAGNOSTICO EVOLUTIVO FUNCIONAL
NOMBRE: ALEJO
FECHA: SETIEMBRE DE 2008
EDAD: 6 MESES





martes, 23 de septiembre de 2008

Plasticidad neuronal, importancia en la Atención Temprana.


INTRODUCCIÓN: ENTENDIENDO LA ATENCIÓN PRECOZ EN NIÑOS CON NECESIDADES ESPECIALES.
La atención temprana es un término general que describe los programas de intervención terapéutica y educativa, a distintos niveles, dirigidos a niños de 0 a 6 años con problemas en su desarrollo, sus familias y entorno, destinados a prevenir o minimizar las posibles alteraciones o deficiencias ya existentes.Surge en sus orígenes de la evidencia de que, a través de la generación de un ambiente rico en estímulos de diverso tipo, podemos intervenir positivamente en la adquisición de funciones o capacidades que se han visto mermadas por problemas acaecidos a lo largo del desarrollo o en problemas surgidos a lo largo de la maduración de las mismas. Desde la neurología, el Dr. Katona (Instituto Pediátrico de Budapest) fundamenta lo que denomina ‘neurohabilitación’ o ‘rehabilitación temprana’ en la plasticidad del cerebro en los primeros meses de vida, en base a la activación y aprovechamiento funcional de todas las estructuras del sistema nervioso central (SNC), que conserven su funcionalidad normal e incluso de aquellas que presentan funciones incompletas en relación con el daño cerebral.Los estímulos a utilizar (input) son diversos, y en la generación de las respuestas (output) se consigue establecer o reforzar circuitos neuronales que facilitan la adquisición de funcionescerebrales dificultadas por diversas lesiones o problemas. Las lesiones tempranas de las estructuras nerviosas o la privación de la estimulación sensorial procedente del ambiente pueden afectar la maduración neuropsicológica, por lo que aprovechar la plasticidad neuronal en estadios precoces es decisivo para optimizar el desarrollo posterior. Así, la eficacia de los programas de atención temprana se basa, por una parte, en la precocidad de la intervención, y por otra, en la consecución de un diagnóstico precoz de los problemas o patologías que van a derivar en patología de neurodesarrollo posterior, y cuya presencia define las poblaciones de riesgo subsidiarias de aplicación de programas de atención temprana. El diagnóstico precoz permite iniciar un trabajo de forma temprana y por tanto más eficaz, puesto que la capacidad de asimilar e integrar nuevas experiencias es mucho mayor en etapas precoces del desarrollo, gracias a la posibilidad de aumentar las interconexiones neuronales, en respuesta a ambientes enriquecidos con estímulos debidamente programados. Por ello, la aplicación de los programas de trabajo con el niño de riesgo no es arbitraria, sino que cumple dos condiciones: es sistemática, en cuanto a la adecuación del programa a su edad de desarrollo y a las expectativas reales que determinemospara cada niño en particular, y es secuencial, puesto que cada etapa superada es punto de apoyo necesario para iniciar la siguiente.Los mecanismos por los cuales la intervención temprana ejerce su efecto, y las orientaciones teóricas que sustentan su aplicación práctica, han venido clarificándose a través de las neurociencias y son recogidas por lo que se denomina ‘neurología evolutiva’. Su comprensión pasa por conocer la anatomía funcional del cerebro, su organización, la relación entre las diversas áreas y niveles, y la naturaleza intrínseca de las respuestas generadas y cómo éstas, siguiendo un programa de trabajo y estimulación secuencial, son capaces de establecer cambios estables en la organización cerebral que permiten la adquisición de funciones no desarrolladas o la maduración de las mismas. En los últimos años, las líneas experimentales de las neurociencias, tanto en animales como en humanos, se han encaminado a desvelar los mecanismos por los cuales el cerebro se va construyendo en un continuo en el tiempo, acomodándose a las diferentes etapas de desarrollo, permitiendo el aprendizaje y la recuperación funcional tras lesiones de distinta naturaleza. El análisis de todos estos mecanismos de neuroplasticidad y restauración funcional como base neurobiológica que apoya y justifica la intervención temprana, constituye el objetivo del presente tema. Se ha demostrado ampliamente la eficacia de la intervención temprana en niños con necesidades especiales en diversos ámbitos: motor, lingüístico, cognitivo, sensorial…En general, y básicamente, los mecanismos responsables de los fenómenos plásticos para las diferentes funciones y en las distintas áreas del córtex motor, somestésico y las redes relacionadas con la cognición y el lenguaje, son los mismos. Sin embargo, existen investigaciones al respecto que inducen a pensar que el fenómeno de plasticidad neuronal y reorganización funcional es mucho más complejo y muestra particularidades según el área y función interesada.

Plasticidad neuronal

¿Qué es la plasticidad neuronal?

La plasticidad neuronal es la propiedad que tienen las células nerviosas de reorganizar sus conexiones y de modificar los mecanismos implicados en su comunicación con otras células. En este sentido, el sistema nervioso posee una gran capacidad plástica que le permite recuperarse de las lesiones que pueda sufrir en un momento determinado. El sistema nervioso está constituido por dos tipos de células, las neuronas y las neuroglias (glías). La neurona es una célula que no se reproduce, como ocurre con otros órganos y células del organismo. Así pues, cuando se destruyen o mueren, son sustituidas mediante la proliferación de células vecinas; esta característica del sistema nervioso y en particular de las neuronas, probablemente ha determinado algunas de sus más específicas peculiaridades como el poseer un buen aseguramiento de sus necesidades metabólicas; una excelente protección física y química; una gran reserva numérica de tamaño considerable y una gran capacidad de supervivencia, ya que otras células del organismo son sustituidas constantemente mientras que la neurona no muere. Además, el número de neuronas con las que contamos es muy superior a la que necesitaríamos para una función normal, ya que la capacidad instalada en nuestro sistema nervioso central está muy por encima del que utilizaremos a lo largo de la vida.
El sistema nervioso central (SNC) se encuentra protegido de golpes, compresiones y otras agresiones físicas por un estuche óseo constituido por los huesos del cráneo y de la columna vertebral; Asimismo, tiene una protección química que evita que partículas y sustancias extrañas puedan tener una influencia anormal sobre las neuronas. A pesar de estar protegido, el SNC, como cualquier otra parte del cuerpo puede sufrir lesiones cerebrales y de la médula espinal que, actualmente son la principal causa de muerte en niños y adultos (menores de 45 años) sólo superada por enfermedades cardíacas o el cáncer y que van adquiriendo importancia social y económica, ya que se están logrando avances en la neurociencia que permiten encarar el futuro con un mayor optimismo. Tras estas lesiones se produce, en lo que se denomina ‘zona de penumbra’, una muerte neuronal secundaria que comienza uno o dos días después de la primera y que es responsable de la muerte de más neuronas. A través de diversas investigaciones se ha hecho un análisis de la reparación de las lesiones cerebrales y de la médula espinal y, a pesar de que aún no se ha logrado una reparación absoluta de estas lesiones se ha conseguido explicar la plasticidad, lo que supone la creación de grandes expectativas de tratamiento y estrategias de búsqueda de regeneración de tejidos neuronales.Según explicó a infomedula.org uno de los investigadores de la Unidad de Neurología Experimental del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, Jorge Collazos, entre la gran variedad de estímulos que existen destacan los estímulos normales (aprendizaje) o anatómicos; éstos últimos se producen cuando las conexiones que cada neurona tiene con la siguiente se modifican. Asimismo, existen otros estímulos que también inducen cambios y que se podrían denominar como anormales; éstos se pueden considerar plásticos en cuanto a que persisten en el tiempo, pero no necesariamente representan algo positivo. Durante el desarrollo se han ido estableciendo las conexiones neuronales que construyen circuitos muy complejos en los que la neurona tiene que integrar toda esa información y producir una respuesta muy precisa. Dado que cada neurona puede recibir desde 10.000 hasta 200.000 contactos, hay que tener en cuenta que cuando las conexiones son formadas por circuitos diferentes a los que normalmente tiene, se producen alteraciones. Así pues, “la plasticidad no significa una mejor función y además no se puede controlar”.
El sistema tiene una organización muy específica que cuando se modifica da lugar a alteraciones; en este sentido una lesión induce modificaciones en diferentes partes del sistema causando, así cambios en diferentes células. Actualmente se sabe que esos cambios suceden pero no se conoce la repercusión exacta y si es o no apropiada.Por otro lado, surge la duda de si entre esos cambios que se producen existen algunos que permitan una recuperación total de las lesiones. Hay muy pocas demostraciones reales de que los cambios en esos circuitos recuperen sus funciones, ya que las neuronas que se modifican tras una lesión se acomodan a la nueva situación y se reorganiza el sistema; Además “lo podemos comprobar en que los pacientes con trastornos medulares tienen, hoy por hoy, lesiones permanentes (paraplejia o tetraplejia)”. En este sentido, “a veces se confunde plasticidad con regeneración; esta última se da cuando se recomponen las conexiones iniciales; es decir, cuando se logra encauzar de nuevo el contacto con la médula que, como consecuencia de una lesión se perdió. De modo que se logra regenerar el axón, a través del cual se reinicia dicha conexión”. Al iniciar una rehabilitación, en personas con una lesión medular espinal, el movimiento de los miembros inferiores induce cambios en los circuitos que se dan en la médula. Así pues, durante ese proceso rehabilitador, hay neuronas que reciben el movimiento de las piernas, a pesar de que el paciente no lo perciba debido a la desconexión con el cerebro. Según matizó Collazos, “esas neuronas envían una señal a la médula a través de un circuito que se está modificando y que trabajándolo facilitará la consecución de ciertos tipos de movimientos de piernas; eso se lleva a cabo a través de la plasticidad neural y es la base de la mayor parte de las investigaciones que se están llevando a cabo actualmente”. “La recuperación de este tipo de lesiones no es obvia. Hoy en día se está empezando a entender que nos cambios plásticos no son sinónimos de recuperación funcional. A pesar de los avances, a las nuevas tecnologías les queda camino por recorres y en un futuro se podrán utilizar de forma apropiada en las personas con lesión medular”, apostilló.

Entrevista de la Comunidad Smart, al neurólogo José Manuel García Verdugo, descubridor de las células madres.